La campaña de la Renta obliga cada año a los contribuyentes a realizar numerosas gestiones administrativas y financieras, que se convierten en un quebradero de cabeza al sobrecargar sus ya de por sí ocupadas agendas. Aunque muchos contribuyente optan por cumplimentar el programa PADRE por su cuenta, utilizando el apoyo de la Agencia Tributaria o de entidades financieras, cada vez son más las personas que acuden a un asesor fiscal para cumplir con sus compromisos tributarios. La gran pregunta es ¿resulta rentable el asesoramiento de estos despachos fiscales? y ¿cuáles son las principales ventajas de utilizar estos servicios?
En general, estos profesionales agilizan el trámite y optimizan las devoluciones, a cambio de unos honorarios. Según los expertos, hay muchas razones de peso que pueden llevar a los ciudadanos de a pie a acudir a un profesional de la fiscalidad para que le ayude con la declaración de la Renta. La primera de ellas son las deficiencias y limitaciones que ofrecen los servicios gratuitos que prestan muchos organismos tributarios, autonómicos o entidades financieras.
Conviene tener en cuenta que una gran mayoría de los profesionales que prestan los servicios de asesoramiento fiscal básico en organismos oficiales y entidades financieras se forman en cursos de dos a tres meses previo a la campaña. En la mayoría de los casos, estos supuestos asesores públicos y bancarios tienen muchas lagunas sobre la normativa tributaria, con lo que en muchos casos no ayudan a optimizar la factura fiscal.
Otro elemento a tener en cuenta es la escasa exactitud y fiabilidad que en ocasiones ofrecen los borradores y los datos fiscales facilitados por la Agencia Tributaria y que sólo un buen fiscalista es capaz de clarificar. Aunque muchas de las equivocaciones han sido corregidas en los últimos ejercicios, es rara la campaña que no aparecen nuevos fallos.
Agilización de las devoluciones
Otra ventaja que se obtiene al utilizar los servicios de un despacho fiscal especializado es que se agiliza la tramitación y en su caso las devoluciones. Esto es debido a que la mayoría de los profesionales dedicados al asesoramiento tributario, a través de los distintos colectivos a los que pertenecen, tienen firmados acuerdos con la Agencia Tributaria, que permiten, la presentación por Internet de las declaraciones del IRPF de sus clientes.
Además, el asesor fiscal suele ofrecer a los contribuyentes soluciones concretas a problemas u operaciones que haya realizado y que desconozca como deben tributar en el IRPF, al tiempo que puede orientarles sobre cómo incluirlas en la declaración anual del IRPF, todo ello, con garantía.
Existen muchas cuestiones o elementos de la liquidación del IRPF que deben ser repasados y para optar por la solución correcta nada mejor que acudir a aquellos profesionales que tienen el conocimiento óptimo de la materia. Por ejemplo, este punto resulta especialmente importante a la hora de asegurar la correcta aplicación de la deducción por adquisición de vivienda habitual; que figuren todas las cantidades invertidas, incluidas los gastos de notaría, registros, etc. Que la titularidad de la vivienda y del préstamo sea el correcto y por lo tanto, la individualización de la deducción también sea la correcta.
Además de todo ello, el asesor ayuda al contribuyente para comprobar si se ha aplicado correctamente los saldos de la cuenta vivienda en la declaración. También para comprobar la aplicación de la casilla de la compensación de la deducción por adquisición de vivienda habitual, para las compradas antes del 20 de enero de 2006. También son de gran ayuda para asegurar que se han imputado e individualizado correctamente los intereses de cuentas bancarias y depósitos financieros.
De igual forma, el asesor aconseja para elegir correctamente cuando interesa más la tributación conjunta y cuando la individual. También para que se imputen correctamente los rendimientos del trabajo y en su importe total y sin duplicaciones. Para que se refleje correctamente la titularidad catastral, las siempre difíciles de declarar ganancias y pérdidas patrimoniales sin perjudicarnos a la hora de realizar su cálculo. Y para asegurar la correcta aplicación de los mínimos por descendientes, de la deducción por maternidad.
No obstante, en cualquier caso cabe recordar que siempre será el contribuyente el responsable de los datos y de la declaración del IRPF presentada. La diferencia es que en caso de contingencia fiscal, siempre el profesional del asesoramiento tributario que le ha realizado la declaración, le atenderá y solucionará esa contingencia que requerirá en su caso gestiones específicas con la Agencia Tributaria.
Gasto que sale rentable
Los técnicos fiscales hacen hincapié en que en la mayoría de los casos los honorarios profesionales abonados por la confección de su declaración del IRPF sale rentable y más cómodo ya que permite a los contribuyentes evitar sobresaltos y ahorrar, en determinadas operaciones por la correcta declaración de las rentas obtenidas.
Estos profesionales tratan de dar el mejor y más conveniente consejo para cada situación, tras recibir toda la información del contribuyente que acude a los despachos profesionales y aplicar la normativa tributaria con el conocimiento adecuado y especializado.
Precauciones al elegir al profesional
A la hora de acudir a un asesor fiscal, también se deben tener una serie de precauciones:
1) El valor añadido del profesional tributario es su conocimiento y preparación, por ello, debe acudir a profesionales que pertenezcan a colectivos profesionales que garanticen su formación, titulación, responsabilidad y su práctica con criterios deontológicos.
2) Solicite siempre un presupuesto previo de los servicios que se van a prestar.
3) Exija posteriormente la factura de los servicios pagados.
4) Exija el comprobante de la presentación de su declaración del IRPF, con la correspondientes copias de la declaración.
5) Acuda al asesor fiscal, con la suficiente antelación para que se pueda analizar su documentación. No lo deje para el último día.
6) No oculte ningún tipo de información al profesional que elija para el asesoramiento. Sus servicios son para ayudarle.
En cuanto a posibles desventajas, la única existente vendrá dada por los honorarios establecidos para la confección de la declaración del IRPF, frente a los servicios gratuitos de los organismos públicos y de algunas entidades financieras.
En este apartado, siempre tenga en cuenta, a la hora de optar por uno u otro presupuesto, el tipo de profesional en el que va a depositar su confianza, según lo indicado anteriormente, ya que en estos casos, no sólo se trata de elaborar la declaración sino de poder ser posteriormente asesorado de posibles contingencias que puedan ser objeto de reclamación o comprobación por la Agencia Tributaria.
Fuente: Invertia.com
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